El carbón como fuente energética en el mundo

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Fuente: www.sophimania.pe

El carbón, su rol protagónico en la Revolución Industrial

El carbón era conocido desde siglos atrás, pero tenía muy poco valor comercial, porque la leña era el combustible que se usaba para obtener calor y para las faenas de minerales. Solo a partir de la Revolución Industrial, que comenzó en Inglaterra en el siglo XVIII, pasó a tener un rol protagónico.

El perfeccionamiento de la máquina a vapor por James Watt dio inicio a una etapa de industrialización que luego se esparció por el mundo, causando profundas transformaciones económicas, sociales y demográficas. Junto con las máquinas, se perfeccionaron los medios de transporte, en especial el ferrocarril, todo lo cual era posible de mover gracias al carbón, lo que promovió simultáneamente la importancia del hierro y el acero.

En esta misma época, la navegación a vapor cambió este sistema de transporte, que antes utilizaba principalmente el viento. Su mayor beneficio fue la velocidad que las embarcaciones lograron y también la independencia del viento como fuente de energía.

Diversos inventos y avances tecnológicos para producir electricidad se produjeron en este período, los cuales culminaron con Thomas Alva Edison, quien en 1879 logró que una ampolleta se mantuviera encendida por 48 horas. Los proyectos de diversos usos de la electricidad, así como la iluminación de las ciudades, crecieron con rapidez.

Inglaterra fue el principal productor de carbón en el siglo XIX, que extraía de sus extensas cuencas carboníferas, pero luego su producción fue sobrepasada por Estados Unidos, con explotaciones en el sector de los Apalaches. Alemania también se destacó por sus minas de carbón, junto a otros países europeos.

Grandes productores actuales de carbón

El carbón se ha mantenido como combustible en la generación de energía para una amplia gama de usos (en industria, en generación de electricidad, etc.), aunque ya en la década de 1940 fue alcanzado por el petróleo y por el gas natural. La expansión de la energía hidroeléctrica contribuyó, asimismo, al descenso del uso del carbón en este rubro. En algunos países donde el carbón es abundante o compite en precio con los derivados del petróleo, se sigue utilizando hasta el siglo XXI, especialmente en centrales termoeléctricas.

En la actualidad, el mayor volumen de carbón se explota en China, que posee extensos mantos carboníferos en su sector centro-este. Es el primer productor mundial y buena parte lo utiliza en centrales termoeléctricas, que abastecen las grandes ciudades. Esto significa que la minería del carbón es una destacada fuente de trabajo para su población, aunque produce una contaminación atmosférica severa. India también destaca en este rubro dentro de Asia y sus minas son vitales para dar trabajo a sus habitantes.

En América sobresale Estados Unidos, país que además de sus cuencas en el este, cuenta con otras en el centro-noroeste, las cuales se prolongan en Canadá. Debido a los problemas de contaminación y la abundancia de petróleo y gas natural, Estados Unidos ha ido disminuyéndolo dentro de la matriz energética del país. América del Sur, al contrario de los vecinos del norte, no es un continente que sobresalga en la actualidad por su producción de carbón. Sin embargo, Brasil y Colombia tienen importantes reservas, ocupando respectivamente el décimo y duodécimo lugares de los países con mayores reservas del mundo. Históricamente, Europa se ha destacado en el uso de este combustible fósil, y hoy la zona de los montes Urales, al este de la Rusia europea, es la principal productora del continente, y también se mantiene la importancia de Alemania, Polonia, Países Bajos y Reino Unido.

Sudáfrica, aunque es el primer productor del continente africano, e igualmente Australia, que explota carbón en su sector oriental, no figuran entre los grandes países carboníferos.

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Costo de extracción

 

Si bien hay grandes reservas de carbón en el mundo, el costo de extracción es cada vez más alto, especialmente en las minas subterráneas, por las labores de prevención, mecanización y también de mano de obra, con sus respectivas restricciones en bien de la salud de los trabajadores.

En las minas subterráneas de carbón, si se hacen labores donde hay gas grisú entrampado, este emana y se difunde por los túneles o galerías. Este gas es mortal y sus consecuencias se dejan sentir con rapidez. Se cuenta que en el pasado los mineros llevaban jaulas con aves, las que eran observadas constantemente, porque si morían, debían evacuar rápidamente la zona. En la actualidad, existen modernos y eficientes sensores que monitorean la calidad del aire en las minas y a los trabajadores se les somete a exámenes médicos periódicos para prevenir efectos nocivos en su salud.