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Tierra

Chile y su desigual distribución geográfica de agua dulce

El potencial de generación de hidroelectricidad es alto, pero está mal distribuido. La Zona Austral es la más rica en este recurso, pero como la mayor demanda está en el centro del país, allí se produce casi la totalidad de dicha energía.

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Lago Ranco

Salto Nilahue, Región de Los Ríos.

Norte Grande: ríos de régimen esporádico de la zona árida de Chile

En las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta hay un solo gran río andino que desemboca en el mar: el Loa, el más largo de Chile, con 440 km, que atraviesa el desierto de Atacama, pero su caudal es muy exiguo, menos de 3 m3/s. Hay que considerar que la mayor parte de sus aguas se extraen en la alta cordillera para alimentar las ciudades de Antofagasta, Calama, Tocopilla y buena parte de las faenas mineras.

En el Altiplano hay cuencas endorreicas que no llevan sus aguas al mar, sino que las depositan en lagos o salares. Una de ellas, la del Lauca, alimenta la central de pasada Chapiquiña, que en un desnivel de 1.000 m genera 10 MW para el Sistema Interconectado Norte Grande. Sus aguas se vacían en la quebrada de Azapa.

Norte Chico: ríos en torrente de régimen mixto en la zona semiárida

La generación de hidroelectricidad en las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso tiene gran potencial en las cuencas andinas exorreicas, debido al desnivel entre la alta cordillera andina (6.000 m) y el mar, en menos de 150 km de distancia.

Los ríos van aumentando sus caudales hacia el sur por la mayor pluviosidad: el Copiapó y el Huasco tienen un caudal promedio de aproximadamente 3 m3/s, y el Elqui, Limarí y Choapa bordean los 7 a 8 m3/s promedio anual. Sin embargo, el número de meses en el año sin precipitaciones hace difícil su aprovechamiento energético.

Otro problema de estos ríos para la generación hidroeléctrica es que tienen caudales de gran variabilidad interanual, ya que están afectos a años lluviosos y secos, y además a períodos de sequía que pueden durar más de 10 años, como la de 2003 a 2015. A pesar de ello, en las nacientes hay constantes nevadas y glaciares que mantienen caudales relativamente parejos para pequeñas centrales de pasada, como la de Los Molles en la cuenca del Limarí.

El río Aconcagua tiene un caudal con alrededor de 40 m3/s y los excelentes suelos y clima del valle contribuyen a que sus aguas se utilicen esencialmente en riego. Los Quilos, primera central de esta cuenca, es de pasada y funciona desde 1943.

Zona Central Norte: ríos en torrente de régimen mixto en la zona subhúmeda

La hidroelectricidad aprovecha las bondades de estos ríos por ser torrentosos y tener caudales más permanentes. Es una de las zonas más importantes en este rubro desde la primera mitad del siglo XX. En las cercanías de Santiago, en las cuencas altas del Maipo y en las del Maule y Biobío, las generadoras de electricidad, especialmente de pasada, hicieron historia en el desarrollo industrial del país. Más tarde se construyeron los embalses para asegurar los caudales necesarios para mover las turbinas de centrales de gran tamaño. Tal es el caso de Rapel, Colbún y Machicura, Pangue, Ralco y Pehuenche, estás tres últimas con potencia instalada en torno a los 500 MW.

El potencial energético de los ríos andinos está dado por sus caudales medios sobre 100 m3/s, como el Maipo, aumentando en el Rapel, Mataquito, Maule e Itata y que pueden llegar a casi 1.000 m3/s en el Biobío. Son torrentosos en los Andes y sus regímenes mixtos nivo-pluvial mantienen caudales con menor fluctuación anual. Otro aspecto interesante son las redes de drenaje de algunos de estos ríos con gran profusión de afluentes, que en sí mismos son propicios para la instalación de centrales de pasada; pueden tener bajos caudales, pero por el clima, tienen menos variación a lo largo del año y las sequías no son tan frecuentes. Esta es una realidad que comienza en la cuenca del Biobío y que se prolonga hasta el extremo sur del país.

Zona Central Sur: ríos tranquilos con regulación lacustre en la zona húmeda

Tal como indica su nombre, esta zona tiene asegurado su abastecimiento de agua por estar en un clima húmedo, donde prácticamente llueve todo el año, y los períodos de sequía son mínimos. Hay años secos y años lluviosos, pero los lagos y lagunas se encargan de mantener abastecida la demanda del agua.

En las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos se ubican las cuencas del Toltén, Bueno y Petrohué, que son andinas y tienen abundante caudal. La del río Valdivia es trasandina y también hay cuencas preandinas, como las del Imperial y del Maullín, esta última desagua el lago Llanquihue.

A pesar del gran potencial hidroeléctrico y abundante agua, no hay grandes centrales hidroeléctricas, siendo la principal Canutillar en la región de Los Lagos y además están Pullinque, Pilmaiquén, Capullo y Licán.

Zona Austral: ríos caudalosos andinos y trasandinos y campos de hielo patagónico.

Esta zona tiene gran potencial hidráulico para la generación de energía por los ríos de gran caudal como el Puelo, Yelcho, Aisén, Baker y Pascua. En los años 1980, ENDESA tenía localizadas y estudiadas numerosas centrales posibles de instalarse en estos ríos, con las cuales se habría podido cubrir tres veces la energía producida en esos años. Sin embargo, la lejanía y los costos de transmisión hicieron postergar esas obras.

Las cuencas más interesantes son las que nacen en los campos de Hielo Norte y de Hielo Sur, ya que tienen sus caudales asegurados y en aquellos casos en que es necesario embalsar el agua, el relieve excavado en profundos y estrechos valles, hace factible la construcción de embalses.

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Agua rios

Variablidad inter-anual del escurrimiento: es importante considerar que el caudal del río varía de un año a otro.

Las paradojas del Desierto de Atacama

En pleno desierto de Atacama se instaló una de las primeras centrales hidroeléctricas del país para abastecer a las salitreras cercanas a Quillagua, oasis del Loa. A principios del siglo XX se construyó un tranque (Sloman) y se instalaron 3 motores de 400 hp, que dotaron de electricidad a la zona hasta 1965.

Sabías Qué

La primera planta de generación hidroeléctrica en Chile fue Chivilingo, inaugurada en 1897 y que funcionó hasta 1975. Esta central se encuentra en las cercanías de Lota y se utilizó en la minería del carbón. La altura neta de caída es de 110 metros y la potencia instalada era solamente de 500 kW (0,5 MW).