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Tierra

Acuerdos internacionales

Chile se ha comprometido voluntariamente a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero para avanzar hacia el desarrollo sustentable y una economía baja en carbono.

Nuestro país firmó y ratificó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (1994), así como su Protocolo de Kioto (2002). Si bien no ha adquirido compromisos cuantitativos en la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), sí tiene una intención cualitativa y voluntaria de mitigarlos. Manifestada en Copenhague y en escenarios posteriores, la propuesta consiste en la desviación de un 20% de la trayectoria de crecimiento esperado de emisiones de GEI al año 2020, proyectada desde el año 2007.1 Acciones nacionales como la mitigación en energías renovables, eficiencia energética en el sector forestal y cambio del uso de la tierra, serán el centro de atención para cumplir con dicho compromiso.

La preocupación mundial por estabilizar la concentración atmosférica de los Gases de Efecto Invernadero, sumada al crecimiento acelerado de estas emisiones en los países emergentes en desarrollo –principalmente China e India–, ha llevado a las naciones que forman parte de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático a definir un nuevo acuerdo de reducción de emisiones, en el que tanto países desarrollados como en desarrollo tendrán obligaciones vinculantes. Este acuerdo debe ser adoptado a fines de 2015 y entraría en vigencia en el año 2020.

La materialización de los acuerdos que surjan de este nuevo proceso de negociación, junto con el cumplimiento del compromiso voluntario pre-2020 antes descrito, podría implicar una evaluación más profunda de las políticas energéticas actuales, con el objeto de integrar o considerar en ellas las resoluciones internacionales sobre cambio climático y los instrumentos de apoyo que se definan para transitar hacia una economía baja en carbono.

Cabe mencionar que las emisiones de GEI en el contexto nacional han aumentado significativamente como resultado del rápido crecimiento económico. De acuerdo a la Segunda Comunicación Nacional a Naciones Unidas (2011), estas emisiones aumentaron 37% entre los años 2000 y 2006 (figura 1), en donde el sector energético representó el 73% de las emanaciones del país, sin contar las del sector de Uso y Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (UCTS).2

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Gei 1

 

El sector energético tuvo el mayor crecimiento durante este período (13%). En el 2006 la producción de electricidad (36%), la minería y otras industrias (23%), y el transporte (29%), conformaron la mayor parte de las emisiones de este sector. Por otro lado, el sector UCTS muestra un balance de carbono negativo cercano al 25% de los sectores no-UCTS, lo que se debe principalmente a las capturas de las plantaciones forestales exóticas como el Pino Radiata y Eucalyptus.

Contexto Internacional

En relación a las emanaciones de GEI en el contexto internacional, Chile no es un emisor relevante. De acuerdo a las estadísticas de la Agencia Internacional de Energía3, su aporte al total de emisiones es aproximadamente el 0,25% a nivel mundial.4

A nivel latinoamericano, Chile contribuye con un 4,8% de las emisiones, situándose por debajo de países como México, Brasil, Argentina y Venezuela. El promedio mundial de emisiones de CO2 por persona es de 4,5 toneladas. Chile se encuentra muy cercano al promedio mundial con 4,4 tCO2/pp y muy por debajo del promedio de 9,9 tCO2/pp de los países OECD.

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Fuente: Ministerio de Medio Ambiente, en base a información de la IEA 2011.

 

1En la Cumbre del Clima de Nueva York (septiembre 2014) organizada por el Secretario General de Naciones Unidas, la Presidenta Bachelet reafirmó el cumplimiento de este compromiso voluntario.

2El Ministerio del Medio Ambiente está actualizando las cifras del inventario nacional y por sectores, las cuales podrían ser dadas a conocer a próximamente.

3http://www.iea.org/publications/freepublications/publication/name,43840,en.html

4Las emisiones consideradas en las estadísticas de la IEA, son las provenientes de la quema de combustible y no considera todos los sectores del inventario que plantean las directrices del Panel Intergubernamental de Expertos IPCC.

 

El Ministerio del Medio Ambiente, a través de su Oficina de Cambio Climático, es el responsable de proponer políticas, formular programas y planes de acción en estas materias. Algunos ejes estratégicos de su trabajo son los siguientes:

  • Generar y recopilar información técnica y científica en materia de cambio climático, para apoyar el diseño de políticas y formulación de programas y planes de acción.
  • Proponer y ejecutar políticas, estrategias, programas y planes en materia de cambio climático en el país.
  • Ejercer las acciones de coordinación que presta el Ministerio del Medio Ambiente entre los diferentes órganos de la Administración del Estado a nivel nacional, regional y local, con el objeto de poder determinar los efectos del cambio climático, así como el establecimiento de las medidas necesarias de adaptación y mitigación.
  • Dar seguimiento y asesorar al Ministro en los avances en la ejecución de los instrumentos de política pública sobre cambio climático en el país.
  • Asesorar al Ministro del Medio Ambiente en lo que dice relación con la posición nacional respecto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y otras instancias internacionales que tienen relación con la materia.
  • Proponer, formular y ejecutar las acciones necesarias para velar por el cumplimiento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y otras Convenciones que tienen relación con la materia de cambio climático.
  • Servir de vínculo entre la comunidad internacional y los órganos del Estado para fomentar la cooperación internacional y la creación de capacidades en materia de cambio climático.

 

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Gei 3

Ministerio del Medio Ambiente, en base a estadística de la IEA.